¿Qué ha conseguido el Sindicato?
Conflictos individuales
Desde el inicio del sindicato en 2017, hemos acompañado a vecinas de todo Madrid en cientos de conflictos individuales con sus arrendadores.
Los intentos de abuso que más se han repetido en los últimos años han sido:
- No devolución de la fianza al finalizar el contrato
- Cláusulas abusivas en los contratos de alquiler
- Finalización de contrato antes del tiempo marcado
- No reparación de desperfectos estructurales en la casa como goteras o pintura
- Cobro de gastos estructurales como comunidad de vecinos o IBI
Gracias a la acción del sindicato, hemos conseguido resolver la totalidad de los conflictos individuales en los que hemos intervenido con negociaciones más favorables al inquilino que las planteadas inicialmente.
Conflictos colectivos
Aunque los conflictos individuales formen parte de nuestra estrategia, es en los grandes conflictos donde demostramos mayor poder de negociación e impacto. Estos conflictos con las mayores entidades financieras de nuestro país son muy significativos por el número de personas afectadas y por la magnitud de los abusos evitados, que en muchos casos exigían subidas del alquiler de entre el 100 y el 300%.
Madrid contra Blackstone
Desde 2019, cientos de inquilinos e inquilinas de toda la Comunidad de Madrid se empezaron a sumar al Sindicato de Inquilinas para organizarse frente a las subidas abusivas en el precio del alquiler que trataba de imponer el mayor propietario de viviendas de España. Bloques de viviendas de los PAU de Carabanchel y Vallecas, de Torrejón de Ardoz y de Tres Cantos iniciaron la denuncia pública, la movilización y la presión vecinal a través del conflicto #MadridVsBlackstone. Esta campaña tenía como objetivo negociar colectivamente nuevos contratos y oponerse a las subidas de renta de hasta un 100%. Tras dos años de organización colectiva, de resistencia de #BloquesEnLucha #NosQuedamos con más de 80 inquilinas fuera de contrato y convencidas de que la acción sindical era la única vía para continuar en sus viviendas, a principios de 2021 el fondo buitre cedió ante la presión y se sentó a negociar. Comenzaba así la mayor negociación colectiva del movimiento por el derecho a la vivienda. Meses después, pudimos anunciar que habíamos ganado a Blackstone y que todas las personas organizadas en el Sindicato firmaron más de 80 nuevos contratos de alquiler sin subidas abusivas, por una duración de 7 años y otros 3 prorrogables.
Argumosa 11
Las familias de Argumosa 11 nos contactaron porque les querían subir el alquiler un 300%. Algunas de las personas afectadas, como Pepi, llevaban más de 20 años viviendo en el edificio. #Argumosa11 se convirtió en el primer #BloqueEnLucha del Sindicato. Junto a otros colectivos, luchamos para que no se expulsara a ninguna de las familias. #Argumosa11 se convirtió en un símbolo de las subidas abusivas de los alquileres y el nuevo ciclo de especulación que estaba viviendo Madrid. Conseguimos paralizar muchísimos desahucios. Naciones Unidas exigió al Gobierno que las familias no fueran desahuciadas, ya que iba contra los acuerdos internacionales en materia de Derechos Humanos firmados por España. El 22 de febrero del 2019, un fuerte dispositivo policial procedió a ejecutar el desahucio simultáneo de cuatro de las viviendas. Cientos de personas acudieron a paralizar el desahucio y decenas se encerraron en el edificio. Tras varias horas, el desahucio finalmente se produjo. Tuvo un fuerte impacto mediático y desde las portavocías del Sindicato señalamos la necesidad de que el Gobierno realizara cambios legislativos y regulara el precio de los alquileres. Dos semanas más tarde, el Gobierno aprobaba una nueva Ley de Arrendamientos Urbanos que incluía algunas de las reivindicaciones del Sindicato.
Vivenio
La socimi Vivenio intentó subir los alquileres de forma abusiva en sus bloques de Vallecas. Junto con PAH Vallekas organizamos a las inquilinas e inquilinos, denunciamos públicamente a la socimi y les exigimos un proceso de negociación. Al final aceptaron las condiciones que les pusimos y todas las familias pudieron firmar contratos nuevos sin subidas abusivas.
Santa Ana
Las vecinas de Santa Ana, 8, en el barrio de La Latina, nos contactaron cuando el fondo buitre Ares Management compró su edificio y les comunicó que tenían que abandonar sus viviendas al finalizar su contrato. El Sindicato de Inquilinas les ayudó a organizarse y forzar una negociación gracias a la cual resistieron en sus hogares casi dos años desde la finalización de su contrato siguiendo la estrategia #nosquedamos. Durante estos dos años las vecinas de Santa Ana realizaron acciones de calle para aumentar la presión, como escrachar la oficina del fondo, hablar con medios de comunicación y organizar un “desahucio en el pesebre” en navidad. Además de prolongar la salida del edificio dos años, gracias al sindicato de inquilinas, las vecinas de Santa Ana recibieron indemnizaciones equivalentes a dos años de alquiler para abandonar sus hogares.
La Caixa
En plena pandemia 500 familias repartidas en distintas promociones de la “obra social” de La Caixa entre Pinto, Vallecas y Vicálvaro comenzaron a sufrir las prácticas abusivas de este banco cuando decidió subirles abusivamente sus alquileres de manera escalonada, incumpliendo directamente la Ley de Arrendamientos Urbanos. Esta historia venía de antes cuando descubrimos que los contratos firmados desde un principio estaban plagados de cláusulas abusivas en las que, por ejemplo, obligan al arrendatario al pago del IBI o del seguro de caución.
Además, no podemos olvidar que ahora mismo estas prácticas están siendo avaladas por los poderes públicos debido a la reciente fusión de CaixaBank con Bankia, cuya participación era mayoritariamente pública. Actualmente estamos luchando para que La Caixa acepte sentarse en una mesa de negociación con el Sindicato para poder resolver tanto este conflicto como los de otras 100 familias organizadas en L’Hospitalet de Llobregat con nuestras compañeras del Sindicat de Llogateres.
Familia Castro Lomas
Tres bloques ubicados en Paseo de la Chopera, Avenida Valladolid y Calle General Martín Cerezo, se organizaron de forma colectiva para exigir la devolución de las subidas ilegales que las caseras les habían impuesto de más de un 2%. Fue en ese momento cuando la propiedad, cediendo a la presión de las inquilinas organizadas un total de 25000€ que habían intentado estafar previamente.
Después de esto, muchas inquilinas ahora se enfrentan a otra práctica abusiva: la no renvación de sus contratos. Aún así han decidido unirse a la campaña #NosQuedamos del Sindicato de Inquilinas y no aceptar ninguna subida hasta conseguir una negociación colectiva, a pesar de la finalización del contrato.
Reformas legislativas
En abril de 2018 acudimos por primera vez al Congreso de los Diputados para presentar a todos los partidos políticos nuestras reivindicaciones en materia de vivienda. Desde entonces, hemos conseguido muchos avances y situado temas como el control de precios de los alquileres en la agenda política.
Impacto en la opinión pública
Durante los últimos cuatro años hemos tenido mucha presencia en medios de comunicación. Hemos conseguido que se nos reconozca como una de las voces más legitimadas para opinar sobre cuestiones de vivienda en nuestro país. Hemos debatido en medios con los representantes del sector inmobiliario, hemos defendido las políticas de vivienda y hemos participado en los debates en torno a las medidas que aprobaba o dejaba de aprobar el Gobierno en materia de vivienda.
Nuestras intervenciones siempre han ido dirigidas a señalar que las cuestiones de vivienda no responden a la evolución del mercado, sino a un tipo de regulación e intervención pública que favorece la especulación. Por lo tanto, la subida de los alquileres, los desahucios, los privilegios de los bancos y los fondos buitre y que no haya apenas vivienda pública, tiene tanto responsabilidad política como una posible solución de la misma índole.