DENUNCIA A TU CASERO

Siempre que ocurre algo con nuestros alquileres los propietarios nos imponen sus condiciones. Subidas de precio, no renovaciones, no nos arreglan cuestiones centrales de la casa. Aunque la legislación es insuficiente nos facilita algunas herramientas que, si las introducimos dentro de una estrategia de lucha, podemos utilizarlas para mejorar nuestra posición en la negociación.

Recuerda que estos pasos tienen sentido siempre que estás organizada porque cuando tratamos de hacer la batalla por nuestra cuenta es mucho más complicado. También es importante tener en cuenta que toda la información que podamos recopilar para una negociación es muy importante (si no ha depositado la fianza, si no declara el alquiler, etc) y no hay que utilizarla toda de golpe.

Si aún no sabes quien es realmente tu casero te ayudamos aquí.

Además, no está de más recordar que el 41,4% de los alquileres de vivienda en España no se declaran al fisco, según datos del colectivo de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha). Mientras tratan de transmitirnos cada día que el problema somos los y las inquilinas que no pagamos, la realidad es que el problema son los caseros defraudadores de impuestos.

En este sentido hay tres procedimientos que pueden sernos de utilidad:

1. El depósito de la fianza

El depósito de la fianza en la Agencia de la Vivienda Social es obligatorio y si descubrimos que el propietario no ha depositado la fianza, puede acarrearle unas sanciones graves.

Para comprobarlo debemos acudir a la sede de la AVS (C/ Basílica, 23) con nuestro contrato de alquiler y nuestro DNI o bien hacerlo con identificación electrónica aquí.

Si el arrendador no ha depositado la fianza, es casi seguro que la Agencia Tributaria no nos va a conceder los beneficios fiscales por deducción del alquiler, en los supuestos que procedan, ya que es una exigencia legal el previo depósito de la fianza para acogerse a estas deducciones.

2. La declaración del alquiler en hacienda

Si el propietario no declara el alquiler entonces incurre en sanción: habrá multa, intereses de demora y recargo e incluso es posible reclamar los daños y perjuicios que nos ha generado si hemos visto mermados nuestros derechos fiscales.

En el caso de que tengamos dudas o sospechas de que el casero no está declarando el alquiler también podemos poner una denuncia anónima aquí.

Aqui podemos encontrar algunas instrucciones extras para saber cómo denunciar.

3. El certificado energético

Otra de las obligaciones que muchos propietarios no cumplen es la puesta en disposición del certificado energético de la vivienda. Desde 2013 es obligatorio que tanto en los anuncios como a la hora de formalizar el contrato de alquiler se muestre el certificado en vigor y, en caso contrario, podemos denunciar y se aplicaran sanciones que van desde los 300€ a los 1.000€.

Para comprobarlo solo tienes que introducir la dirección de tu vivienda en esta web del ministerio para la transición ecológica

Si tu vivienda no sale en este registro o te aparece como una estimación puedes presentar una solicitud genérica en la Comunidad de Madrid dirigida a la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior y, concretamente, a la subdirección general de descarbonización y calidad del aire. Podemos hacerlo online aquí o directamente en la Dirección General de Industria, Energía y Minas (C/ Cardenal Marcelo Espínola 14).

En el apartado expone puedes incluir:

Que después de haberle solicitado en repetidas ocasiones el certificado energético al propietario (nombre completo y DNI) de la vivienda que estoy actualmente arrendado en (dirección completa) éste se ha negado y ha hecho caso omiso de su obligación. Además, en el momento en el que se anunció este piso tampoco se hacía mención a la calificación energética del inmueble.

En el apartado solicita puedes incluir:

La apertura de un expediente sancionador contra (nombre completo y DNI) debido al incumplimiento de su deber de proporcionar el certificado energético de la vivienda que arrienda. Además, también se solicita que se sancione el anuncio de alquiler que en su momento se hizo sin hacer mención a la calificación energética del inmueble.